PopularNovelCapítulo 166 Nadie se cuenta de que habla entrado, tosió ligeramente y preguntó: "¿Quieren comer algo?" Papá, mamá acaba de traemos frutas Ven rápido, mi hermano y yo junto con el Simón ya armamos la mitad." Noella, al escuchar la voz de su papá, rápidamente levantó su cabecita para mostrar su obra.
"Hermano,pareció escuchar que estaban jugando cartas, ¿verdad?" Preguntó Simón casualmente.
"Si, ¿vas a bajar a jugar? Puedo pedirle a Ari que suba a acompañarlos." "No, gracias, nogustan las cartas. Prefiero quedaaqui con Leo y Noe, es más divertido." Simón prefería no jugar cartas con sus hermanos, siempre terminaba perdiendo de manera humillante. La última vez que perdió un camo juró no volver a jugar con ellos.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtRafael, pensando en la mujer que estaba abajo jugando cartas por él, les pidió a Leonardo y Noelia que comieran frutas, luego se giró para bajar las escaleras.
Antes de llegar a la mesa de juego, escuchó a Ari defendiendo a alguien.
¿Qué pasa con ustedes, hermanos? El hermano mayor no está y aprovechan para burlarse de la cuñada, ¿verdad? Es injusto, ella pierde en cada ronda, ¿cómo pueden ser tan descarados?" "Es verdad, es la primera vez que juega y ni siquiera le dan una oportunidad." Adela y el de la familia Sertambién se unieron.
Sofia, con la cabeza baja, casi hundiéndose en la mesa, pensó: Mejor no digan nada, si pierdo en cada ronda, quién más podría ser! Al ver que Rafael había regresado, Sofia se levantó aliviada y, con una sonrisa nerviosa, dijo: “¿Ya volviste? Juega tú, yo no tengo suerte hoy" Rafael, viendo el montón de dinero que acababa de ganar y que ahora solo quedaban un billete de cien y algunos de cambio, también se sorprendió. La había dejado jugar pensando que perderia, pero no tanto.
Pensó para si¿Estás segura de que es solo mala suerte? Sofia, viendo la expresión de Rafael, se sintió frustrada. Claramente, no había podido conseguir las cartas que queria, si no era mala suerte, ¿entonces qué era? Sabia como ganar.
Óscar bromeó diciendo: "Con el hermano mayor de vuelta, tendremos que devolver el dinero que acabamos de ganarle a la cuñada." Rafael arqueó una ceja y dijo: "¿Acaso no deberíamos?" "Por supuesto, por supuesto." Serrápidamente estuvo de acuerdo, especialmente porque había sido el que más había ganado de la cuñada ego se volvió para consolar a Sofia: "Cuñada, todos pagamos una lección la primera vez que jugamos cartas, no te lo tomes a pecho. Lucharemos de nuevo otra vez." Sofia, con el rostro sonrojado y una sonrisa incómoda, rápidamente encontró la excusa de que tenía que preparar la cena y se escabulló a la cocina.
Al entrar en la cocina y ver que ya era tarde, sacó los ingredientes que había preparado esa mañana del refrigerador y puso a cocinar la sopa de costillas.
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Luego, se puso el delantal y empezó a preparar los mariscos. Ariana y las otras dos chicas entraron diciendo que querían ayudar, pero Sofia, pensando en que ya habia lavado y cortado todo lo necesaesa mañana, prácticamente las obligó a salir a jugar.
A las siete de la noche la cena estaba lista. Contando a Leo y Noe, erahn once en total, y la gran mesa redonda def comedor era perfecta para todos.
Sofia conocía los gustos de todos, así que los platos eran de su agrado, con opciones de platos picantes y no picantes ccrujiente, carne en salsa, cbraseada, pescado al vapor, langostas al ajillo, sopa de maíz con costillas.., una gran variedad en la mesa Giovanna estaba probando por primera vez los platos de Sofía y no podía dejar de elogiarlos.
Los demás, que hacia tiempo no disfrutaban de su cocina, no pararon de comer desde que empezaron.
Rafael, sentado al lado de Sofía, su expresión decía: ¡La comida que prepara mi esposa es la
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