Capitulo 232: Comienza el Enfrentamiento con Valentina
Tras entrar, ambas permanecieron en silencio.
Aitana esbozaba una leve sonrisa; aunque sus rasgos no poseian la delicadeza de Valentina ni la elegancia de
Lucia, su confianza inherente a quienes se saben en posicién de poder, le conferia
un brillo particular.
Lucia, por su parte, no le quitaba los ojos de encima desde que entraron. Aitana, imperturbable. solo sonreia con
suavidad. Pero la serenidad se interrumpida cuando Lucia, frunciendo el cey con una mezcla de curiosidad
y desdén, insinud: -He oido que nuestra tia Citlali era una mujer bellisima, pero no puedo evitar pensar que tu...-.
Lucia parecia buscar las palabras adecuadas para no herir susceptibilidades, aunque su gesto de desaprobacién
hablaba mas claro que cualquier adjetivo.
Aitana no esperaba un ataque tan directo a su apariencia, especialmente cuando ya lidiaba con la inseguridad
de no ser tan bella como Valentina. Las palabras de Lucia la hirieron profundamente. La sonrisa de Aitana
desaparecid en un instante, y con una mirada fulminante, desafio:
-¢Qué insintias? ;Dudas de que soy la nieta de nuestro abuelo? Si tienes sospechas, vamos a aclararlo con él.
(Crees que disfruto siendo su nieta?
Dicho esto, Aitana agarré la mufieca de Lucia, decidida a enfrentar la situacion. Lucia, con un gesto frio, la
detuvo y la atrajo de vuelta con firmeza.
-¢Te has alterado? -la provocé, examinéndola detenidamente.
Aitana, visiblemente irritada, replicé:
-¢Alterada? jPor qué deberia estarlo ante tus infundadas sospechas?
Lucia sabia que llevar el asunto ante Don Rall solo beneficiaria a Ajtana. Su intencién habia sido simplemente
poner a prueba a Aitana, pero ante la reaccién obtenida, rapidamente se disculpé:
-Perdéname, querida hermana, no debi haber dicho eso. La verdad es que nunca conoci a nuestra tia, solo sé
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtque la hija adoptiva de Don Rall en Guadalajara siempre reaccionaba extraiamente cuando se mencionaba a
nuestra tia, probablemente por celos de su belleza.
Aitana, sorprendida, mascullé:
-No... nunca la conoci.
Las palabras de Lucia, revelando que la hija adoptiva habia conocido a la hija biolégica de su abuelo, la
inquietaron. ;Qué pasaria si esa hija adoptiva le creaba problemas durante una visita a
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Guadalajara?
Lucia, observando la reaccién de Altana, sonrié sutilmente, consciente de la incertidumbre que
habia sembrado.
-Querida hermana Aitana, eres la verdadera sefiorita de la familia Valenzuela. De ahora en
adelante, deberas cuidar de mi..
La cercanfa repentina de Lucia desconcertd a Aitana, quien esperaba un enfrentamiento mas
prolongado.
-¢De qué hablas, Lucia? Soy yo quien necesita tu proteccion.
-Entonces, ;nos apoyamos mutuamente?
Lucia, mirando fijamente a Aitana, de repente recordd a Valentina y suspiro:
“Valentina es realmente terca, alejandose de la familia Valenzuela en lugar de disculparse contigo,
especialmente después de empujarte y causarte dafio.
Aitana, con una mirada sombria, reflexioné sobre la antipatia constante de Valentina:
-Ella nuncaha querido, no importa lo que haga. Debe ser un rechazo instintivo.
Lucia, con un tono de indignacién, afirmé:
-Es su error no apreciarte, siendo tan amable y considerada. Algunas personas necesitan ser
corregidas.
La mencién de «corregir» a Valentina encendié un fuego en Aitana, quien habia luchado por su lugar en la
familia Valenzuela. Sin pronunciar palabra, contemplaba como reclamar su presencia frente a Valentina.
Lucia, con confianza, aseguré:
-No te preocupes, Valentina terminara apreciandote. jConfia en mi!
Tras una sonrisa significativa, Lucia abandoné la habitacién, dejando tras de si un silentenso.
Una vez sola, la expresién amable de Aitana paso a un semblante fy calculador. Lucia habia intentado
tanto desafiarla como congraciarse, pero Aitana sabia que, incluso si Don Rall investigaba, nada cambiarfa el
hecho de que era su nieta. Y aunque Lucia pudiera buscar pruebas, Aitana estaba segura de su posicién. Con un
brillo de determinacién y malicia, Aitana contemplaba su préximo movimiento.
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Valentina tuvo esa noche un sueespecialmente reconfortante. Sofié con largos momentos de su infancia,
momentos compartidos con su madre, cuya imagen aparecia con claridad en su
sueno. Al despertar, Valentina se dispuso a levantarse pero se percaté de la presencia de alguien mas a su lado.
El torso desnudo del hombre a su lado le provocé un sobresalto, y se senté de golpe en la cama, revisandose
instintivamente la ropa. Afortunadamente, estaba completamente vestida. Reconocid la espalda del hombre: era
su esposo. Intenté despertarlo con un toque, pero la posible incomodidad de la situacién la hizo desistir.
Con movimientos suaves y silenciosos, salié de la habitacion. Tras prepararse, decidié abandonar la Villa de Los
Pinares. Ese dia, opté por no ir a la joyeria de el Grupo Valenzuela, recordando las palabras que habia
intercambiado con su abuelo el dia anterior. Ante la posibilidad de ser expulsada, prefirié alejarse por su propia
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmvoluntad. Starlight Joyas era su
verdadero campo de batalla!
-iMama, haré que Starlight Joyas crezca y se fortalezca!
Se animé a si misma antes de entrar al EdifiBailetti. Llena de determinacion, al llegar a la empresa, se
encontré con el caos en el érea de oficinas, como si hubieran sido robadas. Dante. apresurado, salié del ascensor
y se sorprendi6 al ver a Valentina. Con un rostro preocupado, le
dijo:
-Jefa, estaba a punto de llamarte. Anoche, unos ladrones entraron al edifiy varias empresas fueron robadas.
Nos han desaparecido algunas joyas del seguro, y al ir a revisar las camaras de seguridad, descubri que fueron
dafiadas. No dejaron ninguna evidencia.
Valentina intuyd de inmediato lo que habia sucedido. El robo y las camaras de seguridad dafiadas no podian ser
una coincidencia. Alguien estaba deliberadamente en su contra, creando. la ilusién de que no solo su empresa
habia sido afectada. Era evidente el esfuerzo puesto en este engafio. Penso que Aitana tomaria mas tiempo en
tomar acciones directas contra ella, pero claramente, la urgencia de Aitana por actuar era mayor de lo esperado.
-Vamos a denunciarlo a la policia y hacer un inventade lo que se perdié -sugirié Valentina
con calma.
Dante se quedo sorprendido por la serenidad de su jefa, lo que lo ayudd a calmarse también. Pero al ir a hacer el
inventario, se encontré con varios correos de renuncia en su bandeja de entrada. Casi la mitad de los empleados
hablan renunciado, un deja vu alarmante.
Dante informé inmediatamente a Valentina. Ella escuché con tranquilidad.
-Jefa, (qué hacemos?
Muchos de los que renunciaron eran antiguos empleados del Grupo Valenzuela, y habia rumores de que el sefior
Valenzuela los habia enviado para apoyar a la jefa.
Con determinacion, Dante sugirio:
-¢Qué tal si llamamos al sefior Valenzuela?