Capitulo 230: Ella... {Se Retira!
Incluso Altana y Lucia sintieron un destello de asombro en sus corazones. Valentina... jella habia decidido
distanciarse de la familia Valenzuela antes que disculparse! El semblante de don Rall se tornaba cada vez mas
sombrio, y sus cejas se fruncian ain mas. No tenia intenciones de expulsarla de la familia Valenzuela;
simplemente queria que se pusiera de parte de Aitana y, de paso, establecer la autoridad de su recién
encontrada nieta externa para ganarse su respeto. Pero nunca imaginé que Valentina dirfa tal cosa. Don Raul se
mostraba visiblemente enfadado. Alonso, al observar la situacion, intenté inmediatamente explicar por Valentina
y mediar en la situacién, pero justo cuando iba a hablar, Valentina se agachd, extendiendo su mano para
suavizar las cejas fruncidas de don Raul. Don Rall se quedé momentaneamente aténito. Por alguna razon, el
enojo que llenaba su corazén se disipod.
-Abuelo, no debes enojarte, vale?
Valentina, con su cabeza apoyada en las rodillas de don Rall, le suplicaba como antes en la sala de la Villa
Valenzuela. A pesar de su decision de distanciarse de la familia Valenzuela, Valentina sentia una inesperada
reluctancia hacia don Rall. Pero ese sentimiento de reluctancia no
cambiaba la realidad.
Ella y Aitana no podian coexistir. La idea de someterse a Aitana le repugnaba, y conocia bien a Aitana; si no se
alejaba voluntariamente de la familia Valenzuela, Aitana encontrarfa la manera de expulsarla. No queria que
Aitana causara inestabilidad en la familia Valenzuela por su causa, ni deseaba que su abuelo resultara herido en
el proceso. Por lo tanto, ella... jse retira!
Valentina respiré hondo, reprimiendo su reluctancia, y se levanté. Luego, hizo una reverencia hacia don Rall y se
marché de la habitacién. Durante todo el tiempo, mantuvo su sonrisa. Hasta que su silueta desaparecid
completamente de la habitacion, los presentes segufan absortos en los eventos recientes.
Aitana fue la primera en reaccionar. Mirando a don Rall, cuya expresién revelaba confusion, temfa que se
ablandara hacia Valentina y, con un corazon lleno de culpa, casi rompi6 a llorar.
-Abuelo, mi hermana esta enojada, pero no necesito que se disculpe. No la culpo, iré a buscarla para traerla de
vuelta.
Al intentar salir de la cama, Aitana, que tenia una aguja de suero en su mano, accidentalmente la torcid,
provocando que la sangre refluyera a través del tubo del suero.
Don Rall lo noté de inmediato y dirigié su atencién hacia ella.
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-Aitana, no te muevas...
*15 BONOS
Intentd levantarse, pero Alonso, preocupado por una posible calda, lo sostuvo. Sin embargo, don
Raul solo tenia a Aitana en mente. Escuchando su grito de dolor, urgié a Alonso.
-Alonso, rapido, revisa a tu hermana.
Aunque Alonso no apreciaba a Aitana, no podia desobedecer a su abuelo.
Alonso agarré a Aitana, mientras Federico rapidamente llamaba al médico para retirar la aguja
de suero de su mano. Aitana tenia un moretén en el dorso de su mano, pero su preocupacion seguia siendo
Valentina.
-Necesito encontrar a mi hermana, debe haberse ido lejos...
El evidente cuidado de Aitana por Valentina solo hacia parecer a Valentina ain mas
irresponsable. Tras el alboroto causado por Aitana, cualquier sentimiento peculiar que don Rail
tuviera hacia Valentina se esfumé instantaneamente, reemplazado por una profunda molestia.
-Si se fue, que se haya ido -dijo don Raul con frialdad.
-Pero, don...
Aitana intentd decir algo mas, pero Rall la interrumpié, corrigiéndola.
Y
—Aitana, soy tu abuelo, asi que nollames «don», solo tengo una hija, tu madre, y nollames
bisabuelo, lldmabuelo.
Don Raul miré a Aitana con expectacion. Aitana, visiblemente confundida y con una inocencia propia de un
conejito asustado, mird a Alonso y a Lucia, todavia sin poder creer el impactante descubrimiento de ser la
verdadera nieta de don Raul. En el momento en que su mirada cruzé con la de Lucia, el desdén apenas
disimulado de esta Ultima se hizo evidente.
Este Aitana, para sorpresa de todos, resulté ser la verdadera nieta del abuelo. Aunque fuese verdad, la manera
en que lo manifestaba podria engafiar a cualquiera. Lucia estaba. segura de que Aitana intentaba
deliberadamente alejar a Valentina.
-¢Qué esperas, Aitana? ¢Acaso no vas a llamar ‘abuelo’ a tu abuelo?
Lucia se acercé con una sonrisa amplia y un tono célido. El abuelo queria que todos sus nietos, incluso los
adoptados, trataran bien a Aitana, y ella no podia ir en contra de eso.
-A... abuelo... -Aitana murmuré temblorosamente.
Don Rall no habia encontrado a su hija, pero el escuchar a Citlali, su nieta, llamarlo «abuelo>>
llend su corazén de alegria.
-Bien, bien, bien.
+15 BONOS
Don Rall dijo «bien» tres veces seguidas, dejando a Valentina completamente fuera de su mente
por el momento.
Mirando a Alonso y a Lucia, don Raul instruy6 seriamente:
-Aitana ha sufrido mucho estos afios. Ustedes, como sus hermanos mayores, deben protegerla
bien.
-No se preocupe, abuelo, ahora que Aitana ha vuelto a la familia Valenzuela, es imposible que
vuelva a sufrir.
Lucia dijo cariiosamente, tomando la mano de Aitana. Aitana estaba muy satisfecha con la
actitud complaciente de Lucia.
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Hace apenas unos dfas, Lucia la trataba con desdén, pero ahora, de repente, buscaba complacerla. Esto le a
Aitana ain mas razones para despreciar a Lucia. Pero frente a don
Rall, no se atrevia a mostrarlo.
Con la promesa de Lucfa, Aitana miré cautelosamente a Alonso. Siguiendo su mirada, don Raul la
preocupacion en la frente de Alonso, como si estuviera distraido, y le recordé.
-¢Y td, Alonso?
Lucia ya habia expresado su postura, ;qué hay de la tuya?
Alonso estaba completamente absorto en pensamientos sobre Valentina. Pero al encontrarse con la mirada de
don Rail, forzé una sonrisa y dijo algo que no sentia.
-No se preocupe, abuelo, la cuidaré bien.
Solo entonces una sonrisa apareen el rostro de Aitana. La imagen de Valentina cruzé su mente; para
solidificar su posicion actual, Valentina tenia que desaparecer. No le darfa la oportunidad de arruinar nada de lo
que ahora tenia. Y no solo eso, también estaba don Mendoza...
Aitana pensaba en don Mendoza, y en ese momento, Lucia también lo hacia. En la habitacién, aparte de la
felicidad de don Rall y Federico, los otros tres tenian sus propias preocupaciones.
De repente, Lucia propuso en voz alta:
-Abuelo, ya que hemos encontrado a nuestra hermana, ;no deberiamos hacerlo saber a todos? Después de todo,
cuando usted reconocié a Valen como su nieta, fue un evento que sacudi6 a
todo Coralia.
Lo que implicaba era que si Valentina tenia ese reconocimiento, esta verdadera descendiente de la familia
Valenzuela también deberia tenerlo. Don Rall estaba encantado con la sugerencia.
-Si, si, Lucia, organizalo ti. jQue sea lo mas grandioso posible!
Don Rall, sosteniendo la mano de Aitana, estaba emocionado.
-Aitana, no tienes que hacer nada, solo preocupate por sanar las heridas. Y td, Alonso, ve personalmente a elegir
algunos vestidos y joyas para Aitana, jtodo debe ser de lo mejor!