Capitulo 102: Para Conquistar su Corazén, Comienza por su Estémago
Al colgar el teléfono, Alonso empezé a anticipar con emocién su encuentro de esta noche con el esposo de
Valentina.
Conocia demasiado bien a Santiago.
Santiago, acostumbrado a tomar decisiones por si mismo, no permitiria que el matrimode
Valentina fuera un obstéculo si realmente se interesaba en ella.
No dudaria en emplear cualquier menecesapara eliminar cualquier estorbo en su camino.
Aunque, incluso asi, el marido de Valentina podria causarle algin problema a Santiago. jSerfa ideal si pudiera
incentivar al esposo para que Santiago, movido por su conciencia, decidiera dejar
de conquistar a Valentina!
Mientras pensaba esto, Alonso sonrié levemente y le indicé a su asistente:
-Prepara un ramo de rosas y consigue esos pendientes de edicién limitada que lanzé el Grupo
Valenzuela hace poco,
iLos necesitaré esta noche!
Valentina, tras colgar el teléfono, comenzd a arrepentirse.
Invitar al sefior Valenzuela a su casa podria disgustar a su esposo.
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Después de mucho pensarlo, decidié hacer una llamada para tantear el terreno.
Pero cuando llamé, le indicaron que la linea estaba ocupada.
Tras varios intentos sin éxito, ya que su esposo seguia en otra llamada, Giselle entrd para informar sobre el
trabajo y Valentina dejé el teléfono a un lado, olvidandose temporalmente del
asunto.
En la Villa de Los Pinares, el sefior Mendoza, con un delantal puesto y una expresién de derrota,
estaba en la cocina. Por los auriculares escuchaba al chef de la Casa Mendoza:
-Don Santiago, no olvides agregar sal y estar atento al fuego. Al final, ahade un poco de salsa de soja para
terminar perfectamente.
Santiago se quedo sin palabras.
“¢Terminar perfectamente?»
iLo que habia en la sartén estaba completamente quemado y era imposible distinguir los
BONOS
Era ya el quinto platillo arruinado. Siguié cada paso segun las instrucciones del chef, pero algo
habia salido mal.
A través del auricular, el chef seguia elogiandolo sinceramente:
-Don Santiago siempre ha sido habil en todo lo que hace, y nunca imaginé que la cocina no
serfa una excepcion....
A pesar de que Santiago apenas respondia con un «Entendido» durante la llamada, dando la impresién de tener
todo bajo control, era la primera vez que cocinaba. Qué talento el de don
Santiago!
-Lo siento, -Santiago se sentia algo culpable-, hablaré con José para que te aumente el sueldo.
Tras decir esto, colgé el teléfono. La cocina estaba hecha un desastre, como si hubiera pasado
una batalla. Santiago tenia un semblante sombrio.
-¢Quién dijo que para conquistar el corazén de alguien, primero hay que conquistar su
estébmago?
Santiago recordd a la persona que le ese mal consejo la noche anterior y rapidamente llamé
a Dylan.
Tan pronto como se conectd la llamada, antes de que Santiago pudiera reclamarle, Dylan pregunté emocionado:
-¢Y bien? ;Funcioné mi consejo, verdad?
En la llamada de ayer, Dylan, al enterarse del acuerdo matrimonial de su amigo, se convirtié en un experto en
amor y le algunos consejos.
Le dijo que para evitar que Valentina terminara el acuerdo, tenia que hacerle ver lo bueque era. Por ejemplo,
resolver sus problemas y, como dijo, conquistar su estémago.
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La noche anterior, Santiago habia arreglado que Thiago contratara a alguien en Starlight Joyas. Esa mafiana
habia preparado el desayuno él mismo. Originalmente planeaba preparar una cena especial para Valentina esa
noche para conquistar su estémago, pero después de ver la cocina
hecha un desastre...
Santiago, con una expresién sombria, pregunté:
-¢Estas seguro de que esos consejos... funcionan? ;No estas intentando burlarte de mi?
-¢Cémo voy a burlade ti?
iNi que tuviera el valor para hacerlo! Dylan queria preguntar qué habia salido mal, pero al sentir el descontento
en la voz de su amigo, prefirié no insistir.
De repente, a Dylan se le ocurrié algo:
-¢Qué fue lo que primero atrajo a la bella Valentina hacia ti?
Santiago recordd el encuentro en el bar Noche Estelar aquella noche, y sus oscuros ojos se tifieron de un velo de
nostalgia.
-Mi apariencia -respondié de manera enigmaética Santiago.
Dylan no pudo rebatir. Queria animar a Santiago a seguir usando su atractivo para encantar a Valentina, pero
Santiago, como si hubiera tenido una epifania, colgé de repente.
Definitivamente podria usar sus ventajas para cautivar a Valentina.
En cuanto a conquistar su estdmago... podia tomarselo con calma.
Santiago se quit el delantal y se dirigié al bafio. Esa noche, planeaba deslumbrar a Valentina con una imagen
increfblemente atractiva.